martes, mayo 29, 2007

Yo sabía que de algún lado me sonaba

Expediente N° 1: Foto sacada en el cumpleaños de Cecilia. ¿Natalia es Sandra Bullock?

domingo, mayo 27, 2007

Ricardo Garabito


Muy buena retrospectiva de este pintor, desde los años '60 hasta la actualidad. Creo haber visto algo en una oportunidad, pero no estoy seguro. En la sala estaba León Ferrari con su esposa y escuchaba que decía que no tenía mucha información del tipo, a pesar de tener una larga carrera, pero que le gustaba mucho.
Vayan.

Claude Rains


Como consecuencia de mi lectura del libro Hitchcock & Selznick tuve deseos de rever Notorious, película de Alfred Hitchcock estrenada en 1946. La había visto hace siglos y recordaba cachos, el famoso movimiento de cámara que va de un primer piso a un plano detalle de la llave en manos de Alicia (Ingrid Bergman).
Y recordaba algo más, la gran composición de Claude Rains haciendo de Alexader Sebastian, un nazi que, en Río de Janeiro, y junto a un grupo de exiliados, piensan volver con todo, con una bomba atómica, o algo con Uranio. La verdad, eso es nada más que anecdótico, porque el plato fuerte está en el trío amoroso Grant-Bergman-Rains. Este es uno de los casos en los que Hitchcock logra crear más empatía con el malo de la película que con el bueno, el siempre formidable Cary Grant, aquí más frío que en otras oportunidade. Bergman, que hace de la hija de un jerarca nazi, que vive borracha y siente que debe hacer algo para sanar la conciencia familiar de las atrocidades del régimen de su padre. Grant la contrata y pretende usarla para acercarse a Alexander, quien estuvo enamorado de ella en otro tiempo. Por supuesto, Devlin (Cary Grant) y Alicia se enamoran, pero Hitchcock decide mantener esa historia en sordina. En la escena del balcón en Río, Bergman casi literalmente se come a besos a Grant, pero este responde friamente. No parece haber demasiada pasión, salvo los besos burocráticos que tienen que darse. Cuando Grant rescata a Bergman de la casa de Alexander se la lleva cubierta con una manta, bajo la cual podría haber un niño o un perro herido. Las actitudes de Grant son más las de un profesional del FBI que las de un enamorado. Una rara sensación nos invade cuando vemos que el más simpático termina siendo el ex nazi. Digo ex porque parece haber dejado todo eso atrás; nada más le importa Alicia, que llegó de vuelta como la esperanza de desligarse del peso de su madre autoritaria y del pasado sórdido al que pertenece. Hitchcock ya lo había logrado y lo lograría, simpatizar con el malo, tanto Peter Lorre en El agente secreto como Anthony Perkins en Psicosis, donde las identificaciones del público lograban cambiar en cada escena.
De todos modos, un tema tan escabroso como el del nazismo es tanto una excusa argumental como la bomba de uranio. Hitchcock no expone la ideología de Alexander, nada más le interesa mostrar su tristeza. Rains le pone la cara un personaje que sabe que todo es un engaño, que no tiene muchas salidas, pero que, así y todo, intenta creer que su felicidad es posible. El gesto de impotencia y desesperación que esboza Rains en el último plano es para un ranking, es demoledor. Seguramente, no le importe tanto morir, como seguramente ocurrirá, a manos de sus correligionarios como haber perdido a Alicia para siempre. Tal vez, en el fondo, con un dejo de resentimiento, piense que ellos tampoco serán felices: estaban demasiado metidos en sus roles inventados.
Un monumento para Claude Rains.

miércoles, mayo 23, 2007

Estoy cada vez más puto

Y no es para menos. Miren estas ediciones de novelas de James y Austen que anduve comprando. No se consiguen baratas, o no se consiguen, directamente, y en una librería las tienen a granel, a 12 mangos, con lindos colores, firuletes y tapa dura. Ideal para que un hombre lea en el colectivo o caminando por Ciudad Oculta. Búsquelos en Librería de las Luces, Avenida de Mayo 979, y siéntase un puto culto (Me dijeron que en Musimundo se consiguen, pero no se en cual).

martes, mayo 22, 2007

Dos caras clásicas

Juan con gesto de "¿Qué estás haciendo, Papá?!", mirada parecida a la de Peter Sellers y levantando la mano como quien sostiene una botella o algo similar.
Mildred con su gesto de mirar al infinito sin mirar nada, grandes párpados levemente caídos y violáceos, y gesto serio, casi con pucherito.

MAZZONE HABRIA SIDO VICTIMA DE UNA APUESTA MORTAL



Mario Mazzone, de 48 años, que desarrollaba su actividad en el canal Todo Noticias y en Mañanas informales, por Canal 13, sufrió un infarto el domingo próximo pasado mientras jugaba golf. El periodista venía soportando una enfermedad terminal.
Empleados del canal de Constitución habrían confirmado que la muerte de Mazzone sobrevino a causa de la avidez de apuestas que se estaba observando en el programa Mañanas Informales. La más conocida fue la que constaba del corte del bigote del conductor Jorge Guinzburg si su co-equiper Gastón Recondo bajaba de peso en un tiempo estimado. Luego surgieron algunos otros retos, y entre ellos, según los aludidos empleados, habría sido que Ernestina Pais no se reía por un mes si Mazzone no llegaba al final del mes de mayo. La salud le jugó una mala pasada y Ernestina perdió.


Fuente: La Voz de mi Interior, 21 de mayo de 2007.

Cecilia llegó a los 26

Luego de una jornada de complot y sangre todo vuelve a la normalidad, y nuestra querida Cecilia festejó con todos los agasajados presentes en el evento. Le podría haber levantado un monumento pero nada más me alcanzó para una tortita con praliné encima.





Sacando pecho al lado de tan insigne figura, con mi saquito nuevo, que lo compré en C&A por dos sucios pesos.



Esta foto de una situación de foto es de lo más simpática. Tiene algo del cuadro Las bañistas, de Renoir, no me pregunten porque. En particular, la cara de Sabrina tiene un aire a la mullidez y cierto tono brillante de las que pintaba Renoir.



Con estas imágenes se podría hacer una fotonovela con las tres mosqueteras. Elige tu propia aventura y escribe los diálogos que quieras en los blobitos.





Un ambiente abarrotado de porquerías y Natalia en melancólicas reflexiones. "La princesa está triste.../¿Qué tendrá la princesa?/Los suspiros se escapan de su boca de fresa,/que ha perdido la risa, que ha perdido el color./La princesa está pálida en su silla de oro;/está mudo el teclado de su clave sonoro,/y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor".



Para terminar, una delicatesse: el exquisito perfil de Silvana y su nariz afilada. Para una moneda conmemorativa.

lunes, mayo 21, 2007

Esta si es una frase

En El demonio y la carne*, de Clarence Brown, John Gilbert es seducido por la mujer de su mejor amigo, Greta Garbo, y en un momento dice algo así como "Es el final; sólo me queda volarme la tapa de los sesos o escapar".




*El demonio del título, por supuesto, es Garbo, que en el final sufre, literalmente, un exorcismo, entre movimientos enloquecidos, ante las plegarias de la inocente Hertha.

domingo, mayo 20, 2007

Cumpleaños de Bárbara

La chica de Rauch festejó en el trabajo. ¿No tienen algo de familiar estas fotos? ¿No está rara mi cara, más de lo habitual? ¿No parece que fuéramos primos, o algo así? Además, mamá Cintia ahí, con cara de tía simpática. Y ahora que me doy cuenta, Bárbara, con el cuchillo en pose de cortar una porción, tiene un aire y una sonrisa al estilo de una publicidad de algún producto para el hogar de los años '50 o '60.



Y mientras la familia argentina festejaba, alguien de gesto adusto seguía trabajando, que ni Picasso lograba distraer.

sábado, mayo 19, 2007

1 año

Mi mismisidad hoy cumple, exactamente, el primer año de vida, si contamos desde la primera vez que empecé a escribir regularmente, con la introducción de la fotito de la compra del pajarito bebedor. Claro se desarrollaba en el espacio que ofrece MSN junto al messenger, que tuvo que ser desalojado en noviembre, a las apuradas, por gente que ya conocemos. Igual no ganaron, rescaté casi todo, que republiqué o que pasó a un archivo incunable.
En marzo del año pasado había puesto algo suelto, pero sin continuidad, por no hablar de los Mi mismisidad que intenté en Blogger en 2003 y 2004 y que la pereza hicieron desaparecer. Pero en mayo de 2006 Natalia me muestra una lista de películas que había puesto en su espacio y me sugiere que escriba algo en el mío. Así es que comencé a poner algunas cosillas nada más que para que ella se divirtiera cuando llegaba tan temprano al trabajo. Primero fue una fotito y después los textos se hicieron más largos, hasta que se convirtió en objeto de culto y me vi casi obligado a seguir agregando material.
Un blog público puede ser un diario personal de puertas abiertas o un espacio temático. Este oscila entre las dos categorías. Se puede leer como un ensayo, como ficción o como el desarrollo de tristezas personales, las cuales, a la larga, se convierten en ficción, y hasta alcanzan la independencia de quien escribe. Esto último ha llegado a que el blog se convierta en algo más interesante que yo mismo. Mi blog debería haber estado en varios lugares sustituyéndome.
Iba a poner una foto del pajarito bebedor pero no se donde la tendré, así que mejor le dedico el honomástico a la tierna Natalia, con su gran sonrisa de Gato de Cheshire, y adjunto la mejor foto de ella.

miércoles, mayo 16, 2007

El amor imposible

Alguien me preguntaba por un texto sobre el amor imposible escrito por mí el año pasado, que había sido publicado en mi viejo blog. En ese momento me acordé que había desaparecido, tanto el texto como el blog. Este último fue borrado de apuro, y algo se perdió en el salvataje de material. Lo quise volver a leer hace meses y me di cuenta que no estaba, y lo recordé ahora que me lo pidieron. Así que me propusieron que lo reconstruya con la memoria, una tarea algo difícil.
Mi texto sobre el amor imposible era, en realidad, una crítica al mismo. Su sola idea es inviable, conduce a un camino sin salida. Ella misma se refuta, porque la idea del amor imposible es la negación misma del amor. Hay una concepción romántica en todo esto, la de creer que algo es más amor cuanto más lejos está de su concreción, que su pureza es mayor cuando queda en suspenso, que hay una cierta nobleza en el que es víctima de una situación así. Pero el único amor que existe es el que ocurre. Lo otro más bien atraviesa el límite y se convierte en obsesión o en mitificación. ¿Dónde hay amor en alguien tirado en una cama, pensando en su amor imposible? Esa imagen se asemeja más a la de un internado en un neuropsiquiátrico. Tampoco hay que confundir con el amour fou o alguna forma de celos, que podrán ser nocivos a la salud pero, aunque más no sea, el amor queda concretamente demostrado. El amor imposible no tiene marcha ni atrás ni adelante, se crea el mito, después el templo, se cierran las puertas y de ahí no se pasa.
Por supuesto que esto no ocurre sólo por soberbia o por joder al prójimo. La tentación en el martirio es grande cuando uno se ve sin escapatoria. No hay nada peor que aquello que cuesta razonar y etiquetarlo, lo innombrable supera a cualquier persona, produce pavor, miedo y desesperación, como en esos relatos de terror de Lovecraft (justo alguien con esa palabra en su apellido, que tampoco sabía demasiado de amor; podría haberse llamado Lovecrash). Ante la imposibilidad de pensar se prefiere llamarlo amor imposible para darle una cierta entidad, un cartel que nos excluya de mayores explicaciones; es imposible, no se puede hacer nada, estoy muerto. Y ese etiquetado, también, nos excluye de pensar en el futuro y pasa a dominarnos. Dejamos de tener responsabilidad sobre cualquier cuestión porque esa cosa ahora se adueñó de nuestro ser, esa cosa que no se que es, pero no creo que sea amor. El único amor que existe es el que ocurre, en el que hay aceptación, con más o menos sexo, pero que se puede ver. Tampoco no es que todo tenga que ser tan superficial y mecánico. No creo que el amor propiamente dicho y completo exista en cada uno, si debe existir un proto-amor, una argamasa, alguna sustancia que nos impulse al amor, pero que sólo llega a serlo cuando se conjuga con otra u otras sustancias iguales. Una fruta por sí sola no tiene razón de ser, y significará algo diferente si sirve para alimentar a alguien o si se pudre cuando cae del árbol. Cuando ese proto-amor se pierde en el viento se pudre y pasa al campo de la locura, pero no es amor, es esa cosa llamada amor imposible, que a veces se quiere ostentar como algo valioso, algo que dignifica, que da importancia, como para que admiren su dolor a cuestas. Esas tonterías encubren el miedo a mirar hacia adelante, lo nuevo. No hay que querer hacer pasar el dolor por amor. En algún punto la materia se transforma y pasa a ser un plato frío y cubierto de moscas. Eso, en tal caso, es amor no correspondido; incluso se podría pensar en amor no posible, algo que por X razones no se puede concretar, pero que en el que el no implica que pueden haber otros si que hay que saber buscar. El amor no correspondido debería figurar en un catálogo de instrumentos de tortura, pero no se puede caer en la esterilidad del amor imposible. ¿Qué se hace con esa argamasa que quedó tecleando? No se exactamente, no es algo fácil de manejar, y siempre está la tentación de victimizarse.

domingo, mayo 13, 2007

Campaña

Hay formas de convocar. Hace mucho que los candidatos tratan a sus electores de vos. Humpty Dumpty dice "Sumate", por ejemplo, e Izquierda Unida, que tiene más tradición campechana del "venite", "luchá", "ponela", etc., elige un discreto "Vote", aunque en el resto del diarito hablen de vos. Debe ser que Bidonde está viejo.


Humpty Dumpty habla de "la pobreza y la excusión social".
Encontré esta definición: El Beneficio de excusión es el derecho que tiene el fiador de oponerse a hacer efectiva la fianza en tanto el acreedor no haya ejecutado todos los bienes del deudor, es decir, se le dice al acreedor se dirija en primer término contra los bienes del deudor principal antes de dirigirse contra el que dio fianza. Este derecho se justifica por la razón de ser de la fianza, que consiste en proporcionar al acreedor más firmes herramientas de satisfacción de su crédito contra el deudor principal, pero sin desplazar definitivamente a este último de su obligación. Una rareza. Una cuestión que es una urgencia en la Ciudad.

El joven candidato Vanella, que tiene cara de que se metió en política en la facultad para levantar minas, se pone más brillante con cada elección. Lo digo literalmente. O le pasan Puloil o está embalsamado y no lo sabemos. Una curiosidad: año tras año, las caras en los carteles de la izquierda nacional siguen iguales, poco fotogénicas, con su camperita obrera, con un gesto para el documento, pero se vuelven aún más secas y petrificadas. Hace tiempo que buena parte de la izquierda nacional está embalsamada.




Ya sabemos que PRO tiene su auspiciante.



Macri posó con cara de Pierre Nodoyuna. No busca uno ciudad mejor, busca una ciudad MUCHO mejor. Todo mucho más, al punto de duplicar las luces de los barrios. Y esto es así para todos. Si en una cuadra hay 10 luces, ahora serán 20, lo cual aumentará el insomnio de quienes no tengan cortina en sus ventanas. Vamos a tener días perpetuos.




Filmus, el hijo de George Lucas, es un amargo, pero tiene humor: "Un plan maestro para Buenos Aires". Maestro, ministro de Educación... ¿eh?... ¿eh?... Cuak.



¿Esta gente sabrá que sale en un folleto? Un día quiero ver una publicidad o una propaganda política y darme cuenta que aparezco caminando por la calle.



Un pequeño partidín que se llama Concertación Popular tiene a alguien llamado Brodsky (¿Adriana?), y por ahí anda otro Olivera, que no es el original. Un partido de clones. Tienen una Propuesta joven, que suena a un plan médico o un combo de comida rápida. Hay una pequeña joya del misterio, la ganadora, sin duda, que es una Tarjeta Anti-Impunidad. Listo, sin más explicaciones. Debe ir de la mano del tema de la policía propia en la Ciudad. Si un cana te apalea, sacás la tarjeta, se la mostrás y el tipo se disculpa.

martes, mayo 08, 2007

Final de Gran Hermano à la Munch, según Clarín y la robusta Marianela

El pasado se filtra

Se dio la casualidad que vi dos películas con interesantes movimientos en el tiempo. Este tipo de alteraciones que rompen la linealeidad de un relato siempre me han atraído mucho, es la mente particular de un personaje o general de la obra en sí que ofrece un momento de reflexión, nos da un placer aparte y nos eleva de la rutina que la propia película presenta. Si una obra de arte es una forma de imaginar y separarse por un rato de la realidad, las rupturas temporales dentro del tiempo diegético es una evasión doble. Y digo evasión, si, en el mejor sentido de la palabra, para disfrutar, descansar, pensar, sorprenderse, y todo junto.

Fedora es la anteúltima película de Billy Wilder, rodada a fines de los '70, y puede considerarse una especie de remake de El ocaso de una vida, casi 30 años después, con William Holden haciendo de productor en lugar de guionista cinematográfico, todo con una pátina bastante más macabra. Ya no se trata de una estrella olvidada, es una estrella enviciada con la juventud eterna, con las cirugías más extremas que la llevan a quedar en una silla de ruedas, y al no poder llegar más allá, la creación de un clon, prácticamente; una trama de costados morbosos, con algo escabroso a nivel orgánico, también, que pienso que Cronemberg podría haberla dirigido con su toque.
El ocaso de una vida tuvo la originalidad de ser la historia contada por un muerto, un largo flashback que surgía de los recuerdos del cadáver de William Holden tirado en una piscina. Fedora también lo tiene a Holden como protagonista, esta vez vivo, pero con una carrera y una vida en decadencia, en una isla griega en la que se encuentra con muertos virtuales, en una mansión lujosa pero igualmente muerta. El relato, desde el velorio inicial, es un recuerdo de Holden, que al final se ratifica cuando dice que dos semanas después de la muerte de "Fedora" murió la verdadera Fedora. O sea, la película entera es un flashback que surge de un narrador sin cuerpo, el cual, a su vez, tiene un flashback que rememora el reencuentro con "Fedora", donde, a su vez, ocurre otro recuerdo de un joven Holden en los años '40 al momento de conocer a la verdadera Fedora. La segunda parte del film vuelve al tiempo presente del flashback principal, que es cuando el protagonista se reencuentra realmente con Fedora y empieza a develarse el misterio cuando brotan otros tantos pequeños flashbacks del entorno de Fedora. Cuando saqué el casete de video se me ocurrió que se la podría dibujar como una planicie, luego una gran elevación escarpada, con distintos niveles, luego vuelve la planicie con unos pequeños picos surgiendo de ella. De todos modos, antes de los títulos vemos la muerte de "Fedora" a manos de un tren humeante, algo que luego volveremos a presenciar en uno de los pequeños flashbacks pero desde otro punto de vista. Esa imagen primera, de "Fedora" desesperada, loca, corriendo por el andén, Wilder decidió dejarla afuera de todo, como un momento único e íntimo de la pobre perjudicada, como forma de descargo, lejos de cualquier interpretación, víctima de los caprichos de una estrella de Hollywood, antes de dar comienzo al espectáculo.


Y otro salto en el tiempo vino después con una película de Frank Borzage. Seguramente, Borzage es mucho menos recordado que Wilder; si uno muestra una foto de Marilyn Monroe con Tony Curtis y Jack Lemmon vestidos de mujer o sosteniendo la pollera ante el viento del paso del subte capaz no conozcan el título pero saben que en algún lado vieron esa imagen. Si uno nombra el título La historia se hace de noche a pocos les vendrá a la mente la película, el nombre del director y todo. Como sea. , que puede sonar a "el amor es más fuerte", pero que tiene como título original Smilin' through.
El amor no muere
, tiene a John como protagonista, viejo y aún triste por el recuerdo de su amada muerta hace 30 años. Un día le mandan a cuidar a una nena, Kathleen, a la que se le han muerto sus padres, sobrina de la amada Moonyean, la amada fallecida. La historia continuará con que la niña, de más grande, se enamora del hijo de Kenneth Wayne, quien mató a Moonyean el día de bodas por una cuestión de celos, y, por lo tanto, John se opone ferreamente a ese romance.
Pero hay un primer salto temporal interesante cuando la pequeña Kathleen se hace presente en casa de John. La nena parece no aceptarlo demasiado, se ponen a charlar y ella se decide animar un poco el ambiente tocando el piano y cantando. John se acerca, se siente atraído por el canto y por la canción, pensativo, vemos a los dos cerca del piano, y la cámara se desliza hacia la izquierda, luego se suceden imágenes superpuestas de campos floridos y chicas divirtiéndose. Todo da a pensar en un flashback, un poco por el aspecto melancólico de John recordando con esa canción, que, tal vez, le trae recuerdos de su amada, hasta por ese movimiento hacia la izquierda de la cámara, o, mejor dicho, hacia atrás, si seguimos una dirección escritural occidental: se arranca de izquierda y se culmina por derecha. Pero no, es una pista falta. Luego de las flores vemos que que aparece de nuevo el piano, la cámara ahora se desliza hacia la derecha y vemos a la misma Kathleen crecida, la linda y colorada Jeanette MacDonald, cantando la misma canción, luego de años de ser criada por John, quien aparece, por supuesto, mucho más envejecido. Una elipsis que amagó con ser flashback. Divertido juego, aunque no gratuito.

En ese salto hacia adelante había incluído un flashback interno de John. La niña, luego muchacha, cantaba igual que su amada Moonyean, algo que sabremos más tarde, y que, además, también es interpretada por la misma MacDonald. La figura de la actriz atravesando roles y papeles es el motor de superación de John.
El flashback, como artilugio al que se lo puede cargar de melancolía, aquí aparece disimulado en la forma de una elipsis. La aparición y crecimiento de Kathleen le sirven a John para evocar, pero para no quedar atrapado en el pasado, su presencia y la superación de la problemática en relación al hijo de Wayne son el pasaje para morir en paz y volver a encontrar a Moonyean en el más allá. Un interesante ejemplo, que Borzage aprovecha para desatar su acostumbrado romanticismo a ultranza, sin caer en la depresión, ni quedarse en el sufrimiento y el rencor sin salida.

miércoles, mayo 02, 2007

Un día en la Feria del Libro

Breve muestra gráfica del acontecimiento libresco del año.

Este año pusieron como un chorizo, un pasadizo tipo manda de jugadores de fútbol, muy larga, interminable. ¿Estaba antes? Me sorprendió que el pabellón amarillo ahora es ocre. Se están poniendo exquisitos. El año que se va a denominar a los pabellones entre tres o cuatro tipo verdes diferentes, por ejemplo, para lo cual habrá que hacer un curso acelerado de pintura para poder transitar por la feria.


La pecera de Radio Mitre, con Barragán y Walger adentro, con gente mirando. Me parece como si fuera alguna escena de Playtime, la película de Tati.






Alejandra hizo su trabajo de auditoría en vivo, hasta en feriado. Menos mal que Susana no supo que iba a la feria; capaz le hacía el encargo. Una gran emoción para la muchacha ver a su Barragán.


Justo estaba el maestro Quino firmando libros, en su año sabático. Ya está en edad de hacer sábado todos los días. Tengo un autógrafo de él del '98. Ese que está esperando su firma tiene esos buzos con firuletes al estilo pibe chorro que no me gustan. ¿Por qué se visten tan mal aunque no sean pobres?


De pronto, un tumulto, gritos, carreras, auxilios... ¿estaba firmando Orwell? No, era alguien de Gran Hermano, que parece ser que escribió un libro sobre ángeles. Los intelectuales se tiraron en masa a ver que cara tiene alguien de ese programa. A lo mejor estaba Dorio también. Mientras tanto, en otro stand, Birmajer estaba solito firmando un solo librito, y Alejandra le quería comprar un ejemplar para que no esté tan triste. Cuanta ternura.



Y el título más original para un libro de comida baja en calorías y grasas.