viernes, agosto 31, 2007

Lewis Carroll


Termino este mes un poco pobre de publicaciones recomendando algo que he leído, la biografía de Lewis Carroll escrita por Morton Cohen, según parece, él que más sabe sobre esta personalidad.
Algunos datos tenía sobre la vida de Carroll, pero este libro las amplía sin sensacionalismo. Un tipo introvertido, escritor, matemático, bromista, inventor de una lógica propia, fotógrafo, era mal visto por la facilidad con la que entablaba amistad con nenas. Cohen recopila una cantidad inmensa de datos para dar cuenta de un niño que quedó atrapado en un cuerpo adulto; tal vez era un adulto atrapado en un cuerpo de niño tempranamente para su edad. Alguien que usaba la fotografía para conservar la niñez de sus amigas antes de que crecieran, antes de que la famosa Alice se casara y la perdiera para siempre, aunque mantuvieran correspondencia cada tantos meses. Una personalidad críptica con un mundo propio, armado para escapar de sus frustraciones, que ni siquiera quería que se asociara su nombre real, Charles Dogson, con el que usaba como escritor. Su imposibilidad de amar y la energía sobrante la convirtió en varios aportes en distintos rubros.
Cuesta algo, digamos, pero es un libro que vale la pena.
Feliz fin de mes.

domingo, agosto 26, 2007

viernes, agosto 24, 2007

Lost sincronizado

En Youtube subieron un video del momento de la caída del avión sincronizado con los otros eventos en la isla, que hemos visto pero desperdigados en tres temporadas.

jueves, agosto 23, 2007

Una pequeña diferencia

Hay una película muy fina entre el enamoramiento y el amor. Son dos campos absolutamente diferentes. Pero sus nombres no dicen nada; para algunos la segunda palabra podría reemplazarse con la primera, y al revés. Y no son dos campos, son dos estadios, por los que no vale mucho matarse poniéndoles nombre. La diferencia estriba en que en el segundo no hace falta la presencia física o icónica de lo deseado para recordarla.
La película que los separa es tan delgada que, a veces, da miedo mirar a través de ella. De hecho, mucha gente vive en el estadio 1 todos los días solamente como forma de escapar de la rutina pero sin siquiera pensar en cruzar al estadio 2.
En realidad, nadie sabe como se entra ni como se sale. Uno sabe que está de un lado o del otro del espejo cuando ya está allí, pero lo que ocurrió en el medio es poco discernible. Siempre hay una cierta dosis de violencia en el amor. No violencia física, estilo cavernícola, por supuesto. Ya hay violencia en ese tránsito de un estadio al otro, que se produce sin recibir explicaciones que satisfagan nuestras inquietudes. Ya hay violencia en el cruce de dos seres racionales, que no apuntan instintivamente hacia el mismo lado, como dos perros o dos canarios.
Pero la violencia en algún momento desaparece, salvo que ese estadio 2 no sea el adecuado. Y lo peor es que nadie sabe como salir de allí. Alguien que no tiene demasiado que esperar tal vez pueda esperar que el efecto pase, más tranquilamente, pero cuando ese estadio 2 nos arrebata de una edificación segura y matemáticamente armada no hay espera que valga. Aunque no es que haya una oposición matemáticas frías vs. sentimientos cálidos. Dentro del estadio 2, en algún momento, la matemática también puede ordenar la violencia inicial. El problema viene si la matemática que allí impera nos es totalmente desfavorable, cuando, incluso, es humillante.
Lo raro es ver, a través de la membrana, un campo en el que ya estuvimos complicadamente y hoy apenas nos despierta una sonrisa. Y cuando menos lo pensamos estamos metido en otro.

martes, agosto 21, 2007

I'm sitting on top of the world

Vean esta versión que encontré navegando del famoso tema cantado por Al Jolson. Simpática. Estaba buscando la versión más rápida, ya que tenía una más lenteja, así que del Youtube me pude bajar sólo el audio.
Después había una versión con imágenes de King Kong (en la última película aparece I'm sitting) pero no tiene la gracia de esta simpática clase B años '30 (¿O '20?). No veo que hayan incluido una con imágenes de Ricardo III.

viernes, agosto 17, 2007

Siempre hay un mañana (1956)


Los melodramas no solamente son buenos para llorar, también ofrecen la posibilidad de entender y/o compartir los tironeos del alma. ¡Y, Oh, Douglas Sirk, Gran Dios de este género, gracias por tus dones!
En Siempre hay un mañana, pequeña gran obra maestra un tanto opacada por otras mayores, Fred MacMurray hace un inmaduro que se armó una vida y una familia para disimularlo. Barbara Stanwyck (la grandiosa Barbara, con sus repentinos ataques de furia) es una mujer que se hizo sola y hoy maneja su propia empresa de diseño de ropa. McMurray, como no podía ser de otra manera, tiene una fábrica de juguetes. El reencuentro con ella luego de 20 años de distancia lo regresa al pasado, cuando ambos eran íntimos amigos y trabajaban juntos. Él siempre la amó pero nunca pasó nada. Encima, la familia de MacMurray no le presta la menor atención. Y esto es porque todo es de juguete. Sirk siempre le dio un valor dramático a los interiores para expresar los sentimientos de sus protagonistas. Me animo a decir que en este caso son presentados de una manera mucho más objetiva, pero desde las pautas del propio MacMurray. Su hogar es una casa de muñecas, que ya desde la segunda escena es recorrida ambiente por ambiente por una cámara más movediza que de costumbre. Elegantes movimientos acompañan al padre de familia desde la puerta de entrada, su intento por ir al teatro con alguien esa noche, y su final en la misma puerta, ahora solo. Lo que vemos es lo que él se ha fabricado, su propia alucinación, y a Sirk no le hacen falta mayores metáforas para expresar el choque de este mundo con el real. Stanwick es el mundo real, pero no podrá rescatarlo no tanto por no destruir una familia, que a él no le aporta mayores satisfacciones, sino porque no puede aceptar un romance con un niño. A veces, las presiones son tantas que se confunden supuestos progresos personales con un osito de peluche, y se llega a la creencia de haber tocado la madurez mientras que sólo queremos seguir divirtiéndonos. Pasa en las mejores familias.
Definitivamente, Sirk entra en mi lista de directores favoritos de por vida. Si bien hablamos de llorar, probablemente no derramemos lágrimas con sus melodramas, tal vez en su época si. A veces se produce el efecto contrario, una gran sonrisa interna por reconocer situaciones magníficamente montadas, emocionantes, y por respuestas, aunque sean parciales, para aliviar pequeños horrores cotidianos.

miércoles, agosto 15, 2007

La fiesta inolvidable (2° selección)

Esto viene a ser lo que sobra de lo oficial. O mejor, pequeños dibujos al modo de los Caprichos de Goya. O digamos que son fotos que su significado escapan del margen, o lo tienen en el margen. Es igual.

El peronista enmascarado. Raymond, el outsider de la empresa.



Peligro de torcedura



Despiertafantasías



Lord Ignatius, con la atención de las mujeres, siempre. Al resto de la humanidad no nos queda otra que retirarnos.



Siempre salgo con los ojos cerrados, y en las fotos menos convenientes.



Rallo con pose de Minguito.



Punto final.



Lectura de la palma de la mano de Mildred.



Silvana con una extraña risa. Lo mejor es cuando le patina un poco la púa. Me caso ya mismo con esta divina.



Una foto (no mía) que parece de exilio invernal en Europa. No me pregunten por que, pero es así. Y exilio de otras épocas.

lunes, agosto 13, 2007

La fiesta inolvidable

Cuando llegué del evento en la nueva casa de Cecilia encontré que en Cinecanal Han Solo y Leia se estaban besando. Era El regreso del Jedi, la cual termina con un final a toda fiesta con los Ewoks. La cuestión es que a la que asistí yo era más una fiesta de empleados que de otra cosa, o sea, algo así como el festejo después de derrotar al Lado Oscuro de la Fuerza pero sin esos ositos.
Cecilia vive en un hermoso bungalow que alguna vez fue del Hogar Obrero, que no puede tener mejor vista.



La dueña de casa (derecha) después de pasar una mañana escuchando a Feinmann.



Rallo asomándose tarde a la reunión.



La mujer cara de almohada



Nacho y su galantería impecable, como siempre.



Otra impecable, la niña Paula, que compone, junto a Silvana, el mejor duo de señoras paquetas. Perfecto para la hora del te en Las Violetas.



Esto no se que es, pero es inclasificable.



Foto de lecturas múltiples. En primer plano, muy divertida, Mildred; por detrás, alguien le tira el pelo a alguien; y más atrás Nacho, con ojos iluminados parecidos a los de los Jawas, ya que aludimos a Star Wars. Si, esta debe ser la fiesta de los Ewoks.



Mildred en su versión No toca botón.



Vuelve TBA



Una foto femenina simpática sin connotación sexual. Cecilia tiene una alegre cara que me hace acordar a algún personaje que ahora se me fue de la mente. Esas antenitas me hace pensar, nuevamente, que se trata de algo ocurrido hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana.




Y siento ser reiterativo y cursi, pero dejo para el final a la divina, ídola, preciosa, grandiosa Silvana, para tener en la mesita de luz, una dama que nunca pierde la compostura y que aprendió muy rápido mi nueva Teoría del Caos. ¡Chapeau!



viernes, agosto 10, 2007

2:24 AM

Prendo el televisor para ver que pasa en Gran Hermano. Hay un gordo pelotudo casado y con hijos que cuenta su amable historia de vida, con un tono de mierda, con su media lengua y su "¿Vite?". Una mina está acostada con la frazada hasta acá con cara de que se está emocionando por escuchar a un boludo rebuznar su brutalidad. El gordo escupe, hace acotaciones del orden de la emoción de ver a su familia antes de entra a la casa y se cruza de brazos casi como si tuviera un chaleco de fuerza. Seguramente será futura tapa de Paparazzi: "El gordo pelotudo ganó igual", rodeado de su familia.

miércoles, agosto 08, 2007

Momento musical

La divina, ídola, hermosa, grande, estupenda Silvana y su corte de pelo Raffaella me contagiaron su manía por la música romántica y/o latina. Me acordé de una cantante llamada Eydie Gorme que escuchaba mi familia cuando yo era chico, y encontré esto en Youtube. Igual, tengo un disco de vinilo muy bueno que deberé desempolvar.

domingo, agosto 05, 2007

Lubitsch y Donen-Kelly


Imperdibles para este mes, que nunca he visto.
Un ladrón en la alcoba (1932) y Una mujer para dos (1933), ambas del fino Ernst Lubistch, en Retro, el martes 21, la primera a las 22 y la segunda a las 23:45.
Siempre hay un día feliz es uno de los musicales codirigidos por Stanley Donen y Gene Kelly, unión en la cual Donen aportaba sus dotes propiamente de director general de la narración y Kelly se abocaba más a lo que eran las coreografías. Film que no he encontrado por ninguna parte, aunque las otras dos colaboraciones, que creo que son más famosas, Cantando bajo la lluvia y Un día en New York, se consiguen muy fácilmente. Así que habrá que ver que resulta este musical, del cual he tenido muy buenas referencias. Es el jueves 23 a las 22 en TCM, canal con mucho material pero que, por desgracia, emite todo doblado a un español espantoso. Así que el que tenga SAP lo utilice, más allá de lo mucho o poco que conozca de inglés. Igual vale la pena el sacrificio.

Cine en cable - Agosto


Lunes 6
Twister (J. De Bont, 1996); AXN, 12:00 hs.
Buenas noches, buena suerte (G. Clooney, 2005); Movie City, 22:00 hs.

Martes 7
Deshonra (D. Tinayre, 1952); Volver, 15:25 hs.
Primera plana (B. Wilder, 1974); Retro, 22:00 hs.

Miércoles 8
Ayuno de amor (H. Hawks, 1948); Retro, 00:05 hs.
Un maldito policía (A. Ferrara, 1992); I-Sat, 23:00 hs.

Jueves 9

Cuando el destino nos alcance (R. Fleischer, 1973); TCM, 23:55 hs.
Amor que mata (R. Siodmak, 1945); Cinecanal Classics, 23:35 hs.

Viernes 10
Zabriske point (M. Antonioni, 1970); TCM, 1:40 hs.
Episodio II: El ataque de los clones (G. Lucas, 2002); Cinecanal, 16:55 hs.

Sábado 11

La última risa (F. W. Murnau, 1924), Retro, 10:00 hs.
Shane (G. Stevens, 1953); Retro, 13:00 hs.

Domingo 12
¿Quién engañó a Roger Rabbit? (R. Zemeckis, 1988); Disney Channel, 00:00 hs.
Vuelo nocturno (W. Craven, 2005); Cinecanal, 22:00 hs.

Lunes 13
Calles de fuego (W. Hill, 1984); I-Sat, 18:40 hs.
La rubia fenómeno (R. Walsh, 1941)

Martes 14
Ángeles empañados (D. Sirk, 1958); Retro, 00:10 hs.
El joven manos de tijera (T. Burton, 1990); Cinecanal, 16:20 hs.

Miércoles 15

Ladykillers (A. Mackendrick, 1955); Retro, 00:10 hs.
La fuga (L. Saslavsky, 1937); Volver, 9:25 hs.

Jueves 16
Maten a Smoochy (D. DeVitto, 2002); TNT, 00:00 hs.
Apenas un delincuente (H. Fregonese, 1949); Volver, 15:25 hs.

Viernes 17

1941 (S. Spielberg, 1979); Film & Arts, 17:00 hs.
La comezón del séptimo año (B. Wilder, 1955); TCM, 23:30 hs.

Sábado 18
La bestia humana (F. Lang, 1954); Retro, 5:30 hs.
Legalmente rubia (R. Luketic, 2001); Warner Channel, 20:00 hs.



Domingo 19

Dulce y melancólico (W. Allen, 2000); Space, 14:45 hs.
Once a la medianoche (L. Milestone, 1960); TCM; 22:00 hs.

Lunes 20
Angustia de un querer (H. King, 1955); Cinecanal Classics, 16:00 hs.
Ricardo III (R. Locraine, 1995); Europa Europa, 22:00 hs.

Martes 21
El amor es una mujer gorda (A. Agresti, 1987); Volver, 00:45 hs.
El vengador del futuro (P. Verhoeven, 1990); FX, 14:00 hs.

Miércoles 22

Pistoleros del atardecer (S. Peckinpah, 1962); TCM, 1:50 hs.
La venganza del muerto (C. Eastwood, 1972); Retro, 22:00 hs.

Jueves 23
Los rubios (A. Carri, 2003); I-Sat, 1:15 hs.
Un día en New York (S. Donen, 1949); TCM, 23:45 hs.

Viernes 24
Cuerpos invadidos (D. Cronemberg, 1983); Retro, 3:30 hs.
Pierrot, el loco (J.-L. Godard, 1964); TV5 Internacional, 18 hs.

Sábado 25
El rey de los cowboys (B. Keaton, 1925); Retro, 10:00 hs.
El bueno, el malo y el feo (S. Leone, 1966); Space, 16:45 hs.

Domingo 26
La Tierra contra los platillos voladores (F. Sears, 1956); Retro, 13:30 hs.
En construcción (J. L. Guerin, 2001); I-Sat, 7:00 hs.


Lunes 27

La caza de las mariposas (O. Iosseliani, 1992); 18:05 hs.
El árbol del ahorcado (D. Daves, 1956); Retro, 15:00 hs.

Martes 28

Sólo los ángeles tienen alas (H. Hawks, 1939); Retro, 00:15 hs.
To sleep with anger (C. Burnett, 1990); I-Sat, 16:20 hs.

Miércoles 29
El niño que tenía el cabello verde (J. Losey, 1949); TCM, 16:30 hs.
El círculo rojo (J.-P. Melville, 1970); Retro, 22 hs.

Jueves 30

El secreto de Vera Drake (M. Leigh, 2005); Cinecanal, 1:30 hs.
En el corazón de la mentira (C. Chabrol, 1998); Europa Europa, 10:00 hs.

Viernes 31

Nacido para matar (S. Kubrick, 1987); Space, 10:05 hs.
La hoguera de las vanidades (B. De Palma, 1990); Space, 17:10 hs.

sábado, agosto 04, 2007

Estoy cada vez más puto (IV)

La librería Libertador de la calle Corrientes siempre tiene algo. Ahora, rezagos de una vieja colección de pequeñas teteras. ¿No es cuchi?

Los 30 minutos de fama


Gran Hermano Famosos se anuló a sí mismo. Empezó siendo de famosos y famosos a medias, y terminó con el Tumbero como ganador. En realidad no es alguien famoso ni por su estrellato, ni por su carrera, ni por un escandalete; es famoso por haber estado dentro de Gran Hermano. Pero no entraría en la categoría de famosos que no tuvieron vinculación con el programa original. Viene a ser un famoso de último momento. Hasta ahora, el que se hacía famoso con Gran Hermano podía lograr el salto a la actuación, los medios, el modelaje, o el rubro que fuera. Este debe ser el primer caso en el que la fama obtenida sirve para volver a entrar al programa y, ahora si, ganar el fangote de guita ofrecido como premio. Una extraña vuelta de tuerca en el mundo del show bussines, que hoy dejaría atónito y anticuado al mismo Andy Warhol.

jueves, agosto 02, 2007

Amor + Tiempo

Leyendo una biografía sobre Lewis Carroll leo que escribió esto: "pasamos en la tierra muy poco tiempo/para que podamos aprender a soportar los dardos del amor".
El tiempo tiene que ver con el amor. O el amor con el tiempo. Carroll tiene razón, el tiempo es demasiado corto, pero no para soportar los dardos, sino para quitárselos. Más que dardos son aguijones de abeja, que quedan enterrados, que salen luego de un arduo trabajo.
Cuando amamos el tiempo no tiene límites. El amor ocupa la vida cotidiana entera; el amor no correspondido ocupa aún más. En el amor nos complacemos en el tiempo que vendrá, en las posibilidades de disfrute; en el amor no correspondido el tiempo es algo tenebroso, un campo hostil que hay que atravesar. Se ama con el pensamiento, que no ocupa espacio físico, sólo tiempo. El amor es una duración.
Cuando se ama a quien no se debe el tiempo se vuelve sólido, adquiere el peso de nuestras penurias. Mientras que el enamorado desea la duración máxima del amor, el rechazado busca que ese tiempo sea el menor posible. Cabe aclarar que el rechazado ya no es un enamorado. Al adquirir su condición se vuelve algo que ni él ni nadie saben definir. A él, el tiempo sólo le sirve para borrar los restos de enamoramiento. ¿Cuánto más tiempo durará? ¿Dos días, un mes, dos años? Mientras el tiempo pasa y nos aplasta dejamos muchas cosas en el camino y nos perdemos de otras tantas.
El tiempo en el amor no correspondido es una enfermedad, algo que debe pasar cuanto antes para despejar la propia percepción de esa extraña química que produce el efecto de convertir el espacio palpable en tiempo. Porque, por supuesto, la persona amada o deseada es tiempo. El enamorado se lo dedica; el rechazado lo soporta. La persona deseada se vuelve tiempo, algo que no nos podemos quitar de encima. El espacio se puede achicar, agrandar, rodear, demoler, pero no así el tiempo. Vivimos en el tiempo, y el enamorado vive en su amor. El rechazado vive en su ¿amor?, o en lo que sea, una mezcla indigesta que no queremos habitar. Entonces es cuando la belleza se vuelve algo insoportable, pegajoso; algo tan hermoso que se vuelve feo. Una rara forma de fealdad. Es una belleza deseada pero que no queremos contemplar por miedo a seguir desgarrándonos. Los días soleados son hermosos, pero sabemos que mirar directamente al sol es nocivo.
Desde la frustración del propio Carroll está bien pensar en el amor como dardos. Diferente sería que los años fueran más largos para superar los amores no correspondidos. ¿Qué hace que algo tan concreto y mensurable como un par de ojos se convierta en algo tan inseparable del pensamiento como el tiempo, o que, directamente, se vuelva el tiempo? ¿Qué hace que esos ojos sean, simplemente, una realidad concreta para todos y una pesadilla para uno? Cuando algo no nos corresponde lamentamos más el tiempo que la cosa deseada; es el vértigo de no saber hasta cuando se va a extender la tortura. Por eso, si bien la tentación de acercamiento es grande, queremos escapar de la belleza que nos perturba, hacerla desaparecer, aunque más no sea virtualmente para acelerar ese tiempo. En esos momentos uno se odia por haberse enamorado. La belleza objetivada es concreta y siempre está destinada al placer; la belleza subjetiva no siempre es así, y en caso de no ser alcanzada lastima aún más porque surge de cada uno, y, por lo tanto, conoce nuestros puntos débiles. En el caso del amor no correspondido, esa belleza subjetiva que se vuelve tiempo, que es hace difícil de aprehender como cosa material, que no se puede razonar, llega al punto de producirnos miedo.
Habrá que llorar mucho y fuerte para ver si las lágrimas logran arrastrar el dolor.