lunes, noviembre 27, 2006

Dos de Longo

(Recuperado del 17 de julio y el 18 de agosto de 2006)


Los Simpson


En Clarín sacaron una notita para recordar que empieza la 17a. temporada de Los Simpson (http://www.clarin.com/diario/2006/07/15/espectaculos/c-00301.htm), que comenzó su decandencia por el 98, y ya ni se como se sostiene. La notita no dice mucho, cuenta el capítulo y sigue hablando de critica irónica, puesto a fuego como un lugar común, "a veces ácida al modelo tradicional de la sitcom estadounidense (abandonado hace rato)". Si se abandonó hace rato es modelo de sitcom, que sentido tiene criticarla. No es ningún mérito. "Por eso, quizás, cada nuevo episodio resulta inevitablemente más naif que el anterior, pero igualmente efectivo, con su humor ocurrente y repleto de guiños y citas paródicas". Ese es el problema, se convirtió en una colección de guiños. "Es cierto, tal vez ya no escandalicen a nadie. Pero son un clásico. Y los clásicos no envejecen". Todo suena a que Fernanda Longo, la que escribió la nota, se conforma con poco y que,bueno, hace tanto que están en el aire que hay que disfrutarlo como sea, o convertirlo en una broma entre amigos. ¿Que es eso de que los clásicos no envejecen? No puede tomar años y años de una serie en bloque, como para perdonar los desatinos de los últimos tiempos con las bondades de los primeros. Lo que no envejecen son los tiempos gloriosos de Los Simpson, lo de ahora ya no tiene nada que ver. Longo usa la palabra clásico en el sentido de intocable, algo a lo cual no le cabe una crítica. Que los buenos tiempos de la serie pueda ser considerada algo clásico, sin dudas, en cuanto pusieron la base en una serie de cuestiones, pero no es lo que la redactora escribe. Según Longo, la vigencia se mantiene "sin subirse al tren de la sátira amarga y decadente tan de moda últimamente". Que la amargura es un rasgo, ya aburrido, que se arrastra desde los '90, es verdad, pero Los Simpson ya no son ni amargos ni alegres, son estúpidos. Es que Los Simpson tuvo la única capacidad de criticar, meter guiños, ser posmoderna y todo lo que quieran, sin perder la ternura. ¿Longo lo descubrió recién ahora, tarde y mal? ¿Nunca vio capítulos como Round Springfield o And Maggie makes three? Lo descubre recién ahora, cuando se lo resaltan con rojo, cuando dejó de ser ese entramado complejo de historias y conceptos que supo ser Los Simpson durante sus primeros 8 años. Dos preguntas más: ¿Por qué Groening dejó Futurama y siguió con esto? Y, ¿por que le dan un espacio a Longo para escribir algo que puede escribir un estudiante de Comunicación del CBC?


Adaptaciones

Desde 2004, cuando se largó la versión argentina de La Niñera, se puso de moda adaptar comedias y series americanas para la pantalla argentina. Y parecía ser la entrada en escena de la sitcom nacional. Pero el formato como se usa en Estados Unidos no termina de entrar en Argentina, por cuestiones de tiempos, precios y publicidad, que alguna vez escuché pero ya no recuerdo. La sitcom es media hora por semana, con, justamente, situaciones trabajadas al dedillos, en donde cada frase es rápida, cada chiste está calculado, la posición del actor frente a la cámara, la entonación, etc. Realmente es un formato que funciona como tiene que funcionar como una máquina aceitada y precisa. En la Argentina siempre hubo otro tipo de humor, que depende más del carisma individual del cómico de turno que de los guiones y la estética de la serie. Además, siempre son programas semanales de una hora o más, o de todos los días. No he podido ver mucho de Casados con Hijos versión nacional, pero se notan rápidamente las diferencias. La versión norteamericana estaba más cerca del humor negro y la nacional es más una comedia de una familia alocada. Incluso, la vida miserable de la familia Bundy de la original se veía en el mobiliario, mientras que en la versión de acá la casa está bastante bien para unos clase media argentinos. Y ni hablar de la duración, que comprimen 10 años de la original en unos pocos meses, donde los chicos nunca crecen porque siempre tienen la misma edad.
Pero no tengo la intención de criticar la serie actual. Lo peor está, otra vez, en la nota berreta que escribe Fernanda Longo en Clarín sobre la ¿segunda temporada? de la serie en Telefé, donde empieza diciendo que el material que de la serie original está envejecido, y no explica porque. Destaca que el personaje de Francella se inscribe en la más genuina traidición del pícaro criollo, lo cual no se a que viene, si la serie no trataba ni sobre la picardí ni nada que se le pareciera. Y dice que lo que parece ser morcilleo e improvisación en Francella, muy a la manera de los comediantes argentinos, es, en verdad, un guión adaptado al actor. Lo cual no es ni chicha ni limonada, Longo se refiere a esta versión nacional como una sitcom, pero, por otro lado, dice que no es una sitcom, porque, finalmente, lo que sostiene todo no es el guión sino el actor, que tiene un guión moldeado para él, cosa poco habitual en la sitcom. Es que, en verdad, más adelante, aclara que la gracia de este Casado con Hijos es que escapa a la estructura fija del género, y que todo queda abierto al disparate, y que Francella sigue siendo el centro de todo, y que le hace acordar a momentos de Los Benvenuto o de Poné a Francella. A propósito, otra de las claves de las sitcom que recién comienzan es que los actores no son considerados comediantes de televisión o capocómicos; tal vez son actores que no son propiamente de la comedia o comediantes desconocidos, para que no haya una inmediata expectativa con lo que se espera que ese cómico haga, al revés del caso de Francella, que es muy conocido en TV. La palabra sitcom parece quedar muy cool, y nada más se la usa. Alguna vez hice un curso de guión de sitcom y supe que hay proyectos originales en danza pero que nunca llegaron a concretarse porque no les convenían a los productores argentino. No quieren sitcom pero la usan todo el tiempo para referirse a cualquier cosa que haga reír. Según la nota de Longo, esta versión de Casado con Hijos superó a la original porque se adaptó al supuesto gusto nacional, con alargues de tiempos, morcilleo, el cómico famoso como figura central, estiramientos, etc... Entonces, ¿para que compran derechos de un formato que no les interesa respetar ni hacer conocer al público argentino? Para eso escribían una comedia a la argentina, con toda la picardía criolla que Longo festeja, y sanseacabó.

No hay comentarios.: