
Tuve la oportunidad de ver Los duelistas (1977), el primer largometraje de Ridley Scott, antes de los éxitos que lo pusieron en el tope. Basado en una novela de Joseph Conrad, la película cuenta el enfrentamiento entre dos militares franceses en épocas napoleónicas, y más allá. Feraud (Harvey Keitel) se enoja con D'Hubert (Keith Carradine) cuando este último es mandado a buscarlo, y ahí se inicia la larga contienda, que cubre 16 años. Feraud es el personaje más rabioso, que no perdona, y busca a D'Hubert por cielo y tierra durante todos esos años para batirse a duelo, cuando no se encuentran accidentalmente. D'Hubert se resigna y accede a cada encuentro con su insistidor adversario. La narración estructurada en los encuentros y casi solamente en los personajes de los duelistas los convierten en un coyote y un correcaminos enfrentándose en fondos naturales, aunque, en este caso, no se trate del desierto. La conclusión es potente y angustiante para el personaje de Keitel. En un

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