lunes, enero 22, 2007

¿Es usted una bolúa? (Octubre - 2005)


Bolúa: Nuevo espécimen urbano, cercano al cool pero con menos pretensiones intelectuales.
Esta es la definición que encontré en El Diccionario de las Cosas Nuestras, Losada, 2005. La duda me surgió luego de ver el anuncio adjuntado aquí, publicado en La Nación Revista. Una marca que se llama Como quieres que te quiera, surgido de una canción tan de bolúa, es algo increíble.
Por lo que he constatado, la bolúa aumenta su grado de tal según el corte de pelo. Si el mechón le tapa todo el ojo ha llegado al punto más alto de boluismo. La bolúa ostenta una gran pulcritud, no importa su extracto social, y tiene un toque de artificialidad que es directamente proporcional al grado de ocultamiento de uno de sus ojos por parte del mechón de cabello. La bolúa tiene dos dimensiones, a modo de esas figuras de carton desnudas a las que se puede cambiar con ropas de papel. Cada parte es perfectamenete separable, está todo claramente delimitado. Pantalón con amplias botamangas o calza con faldita. Remera sobre remera, o una prenda que simula esa conjunción. La guillermina, que hasta hace pocos años era calzado de vieja, o de chica de otros tiempos, o de fea, hoy lo usan las bolúas más lindas. La bolúa es aún más bolúa cuanto más aumenta su cotillón, es decir, estrellitas en el pelo, alguna en la cara (esto se da más entre bolúas menores de 15 años), antenitas o tiaras (algo así como la reina de la boluez). La bolúa oscila entre los 12 y los 25 años, y su cabellera es voluminosa. La bolúa no sería nada, por más que se pongan encima todo lo nombrado hasta aquí, si no fuera por su actitud remarcada; la bolúa necesita subrayar que lo es, y por eso el rápido y fuerte impacto visual que provoca. La bolúa no usa, o casi no usa, piercing. La bolúa es una mariconada en versión femenina. No le da el pinet para ser una cheta, ocurre que el chetismo se ha expandido hacia otros sectores, como entre los cool. Y, como vimos en la definición, la bolúa se mezcla entre los cool pero no lo llega a ser. El cool tiene ambiciones intelectuales, la bolúa no. La bolúa disfruta de su actitud evasiva, del nevermind, es pura imagen. Nada es su palabra favorita, igual que las chetas, pero las chetas, para no sentirse excluidas, cada tanto gustan de simular su cercanía con el mundo de la cultura, digamosle así, elevada. Y ahí está el tema. La bolúa es desprejuiciada, no le molesta que la traten de bruta, cosa que si a la cheta. Y otro punto importante es que la bolúa, y por eso lo de pura imagen, simula una actitud distante, y a veces de no me toques, pero, a diferencia de la cheta, se entrega fácilmente, aunque tenga 13 años, a los placeres sexuales, a besos múltiples, y al lesbianismo. El lesbianismo es otra característica importante que la acerca más al territorio cool que al victoriano de las chetas. Y como puro artificio que son, no podía faltar la alta tecnología para completar el cuadro. La tecnología digital, las camaritas de fotos en particular, además de haber aumentado el nivel de putismo de nuestras adolescentes, son un instrumento fundamental para documentar la vida de la bolúa, al punto que la bolúa existe más virtualmente en su cámara que en la vida real. Los fotologs de internet abundan en este material, que ya he tratado en extenso, con una media lengua que haría empalidecer al hombre más analfabeto del país. La bolúa no tiene ideología, a diferencia del cool, que es de izquierda con gustos de derecha. Alguna vez vi una bolúa apoyando a Fidel Castro, pero era más una actitud tierna hacia un anciano que una posición política tomada.
Para terminar, una adorable bolúa se pudo ver hace poco en el programa de Susana Giménez, la hijita de Ginete Reynal, una bolúa a prueba de balas que sólo respondió: Nada (o náa), cuando le preguntaron que resaltaba de su madre.
Muchas gracias y hasta otro momento.

No hay comentarios.: