La chica de Rauch festejó en el trabajo. ¿No tienen algo de familiar estas fotos? ¿No está rara mi cara, más de lo habitual? ¿No parece que fuéramos primos, o algo así? Además, mamá Cintia ahí, con cara de tía simpática. Y ahora que me doy cuenta, Bárbara, con el cuchillo en pose de cortar una porción, tiene un aire y una sonrisa al estilo de una publicidad de algún producto para el hogar de los años '50 o '60.
Y mientras la familia argentina festejaba, alguien de gesto adusto seguía trabajando, que ni Picasso lograba distraer.
domingo, mayo 20, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario