miércoles, mayo 02, 2007

Un día en la Feria del Libro

Breve muestra gráfica del acontecimiento libresco del año.

Este año pusieron como un chorizo, un pasadizo tipo manda de jugadores de fútbol, muy larga, interminable. ¿Estaba antes? Me sorprendió que el pabellón amarillo ahora es ocre. Se están poniendo exquisitos. El año que se va a denominar a los pabellones entre tres o cuatro tipo verdes diferentes, por ejemplo, para lo cual habrá que hacer un curso acelerado de pintura para poder transitar por la feria.


La pecera de Radio Mitre, con Barragán y Walger adentro, con gente mirando. Me parece como si fuera alguna escena de Playtime, la película de Tati.






Alejandra hizo su trabajo de auditoría en vivo, hasta en feriado. Menos mal que Susana no supo que iba a la feria; capaz le hacía el encargo. Una gran emoción para la muchacha ver a su Barragán.


Justo estaba el maestro Quino firmando libros, en su año sabático. Ya está en edad de hacer sábado todos los días. Tengo un autógrafo de él del '98. Ese que está esperando su firma tiene esos buzos con firuletes al estilo pibe chorro que no me gustan. ¿Por qué se visten tan mal aunque no sean pobres?


De pronto, un tumulto, gritos, carreras, auxilios... ¿estaba firmando Orwell? No, era alguien de Gran Hermano, que parece ser que escribió un libro sobre ángeles. Los intelectuales se tiraron en masa a ver que cara tiene alguien de ese programa. A lo mejor estaba Dorio también. Mientras tanto, en otro stand, Birmajer estaba solito firmando un solo librito, y Alejandra le quería comprar un ejemplar para que no esté tan triste. Cuanta ternura.



Y el título más original para un libro de comida baja en calorías y grasas.

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