martes, mayo 01, 2007

Hechos irrefutables (III)


Un supersticioso no puede trabajar en una casa de paraguas. Al no poder abrir el elemento en cuestión para mostrárselo al cliente llevaría al negocio a la quiebra. O debería vender al aire libre. Pero los días de lluvia, cuando más ventas puede esperar, se mojaría, y debería sacrificar un paraguas menos para el comprador.

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